Aphra Behn (Kent, 1640 – Londres, 1689), fue la primera dramaturga y escritora profesional de la historia inglesa.

«Todas las mujeres juntas deberían ir a lanzar flores sobre la tumba de Aphra Behn, pues fue ella quien les enseñó que tenían derecho a permitir que sus mentes hablasen.» – Virginia Woolf

Fueron muy conocidas sus conquistas amorosas, entre ellas el rey Carlos II, para quien trabajó como espía en Amberes en 1666, durante la guerra con Holanda (1665-1667), bajo el nombre falso de Astrea. Perdió su fortuna y al volver a Inglaterra pasó un breve tiempo en prisión por deudas.

Fue autora de poemas y novelas, entre las que destaca Oroonoko o El esclavo real (1688), la primera novela antiesclavista. Se la considera la madre de la novela inglesa.

Como dramaturga, escribió comedias y dramas. Lo mejor de su arte se encuentra en sus comedias, entre las que destacan El Matrimonio Forzoso (1670), Las Cortesanas Fingidas (1677) y El Vagabundo (1681). En su farsa El Emperador de la Luna (1687) se inspira en la Commedia dell Arte, haciendo avanzar el género de la pantomima moderna. También son importantes La madeja (1677, segunda parte 1681), La heredera (1682), una sátira de la vida londinense, y Golpe de suerte (1686), donde aborda uno de sus temas favoritos: el disparate que suponen los matrimonios de conveniencia. Alcanzó un éxito formidable con estas obras patrocinadas por el duque de York. Su cinismo y actitud desinhibida en cuestiones sexuales, y su exaltación de la pasión y el placer, la hicieron sumamente popular. En sus obras trata la relación entre sexo y poder, tanto en lo personal como en lo político. Su actitud desinhibida e independiente no se consideraba propia de una mujer, por lo que tuvo que soportar la fama de libertina.